TRABAJO EN CASA, TAN DIFICIL FRENTE A LO QUE SE HACE EN LA ESCUELA.

RECTORA SOLEDAD MONTES DE SERNA

Fueron tan rápidos los cambios que se suscitaron frente a la PANDEMIA, que el presente se confunde con el futuro, vivimos aforadamente el presente y no nos preparamos para el futuro y es precisamente en este momento donde me atrevo a orientar y acompañar a las familias en ese proceso de formación, que asumieron este 2020. Donde el proceso de formación debe ser integral, de alta calidad con sus hijos, nuestros estudiantes, despertando los más nobles sentimientos de reconocimiento y admiración para ustedes, padres de familia, por ese sentido de pertenencia con la institución que ha venido sirviendo desde 1948 a la comunidad de filadelfia.
QUIERO agradecer también a los educadores DE LA INSTITUCIÓN, necesariamente todo va unido al trabajo y al esfuerzo. Sigan esforzándose, como pilotos de sus propias vidas, por alcanzar los más altos ideales de una existencia plenamente realizada. Si entre todos unimos esfuerzos y hacemos vivo y eficaz el sueño de la unidad, la fraternidad y la solidaridad estaremos aportando a la construcción de una sociedad nueva.
POR UNA EDUCACION DE  CALIDAD, TRABAJAMOS CON AMOR, es nuestro lema en este momento, en aras de conseguir objetivos como: la permanencia de nuestros estudiantes en la institución desde su trabajo en casa, el trabajo en equipo y la solidaridad. Decía un autor “hay que trabajar para hacer pasar las cosas y no esperar que las cosas pasen solas”, la institución espera que nuestros estudiantes respondan a esta situación tan difícil, con trabajo en casa desde sus principios rectores, de responsabilidad, aprendiendo a tener un corazón grande, tener grandes ideales, el deseo de cumplir grandes cosas, pero también las pequeñas cosas para responder a lo que Dios nos pide”.

MENSAJE PARA LA  ESCUELA DE PADRES

RECTORA SOLEDAD MONTES DE SERNA

Me entusiasmo a darles el gran título escuela de padres soñadores por la gran responsabilidad que portan y han asumido frente a esta difícil situación que el mundo entero enfrenta; desde la rectoría los invito a soñar y a rescatar los sueños de sus hijos, nuestros estudiantes, a no quedarse en las excusas de si tuviéramos.. más comodidades, o sí dispusiéramos de más tiempo, pero. es que es difícil la tarea.. o tal vez en otra ocasión fuera más fácil. Las grandes barreras de la vida están en las etiquetas o amarras mentales y la capacidad para derribarlas está en el corazón, el mundo entero necesita hoy más que nunca formar personas de ciencia, entendida esta como la conjugación de deseo, imaginación y perseverancia, en pro de alcanzar una meta que genere movilidad de pensamiento y cambio benéfico en nuestro entorno socio-cultural. Está permitido equivocarse, está permitido intentar de nuevo, lo único que no está permitido y no se tolera es no soñar.
Dentro de las innumerables historias de grandes hombres y mujeres de ciencia siempre se encuentra inmersa esa inagotable sed por descubrir el mundo, una desbordada inquietud por conocer más lo que nos rodea. sus más poderosas herramientas seguirán siendo el por qué estamos enfrentados a esta difícil situación y para qué, pregunta que debemos hacernos todos los días cuando decimos gracias señor porque amanece el día y otra vez resplandecen con el sol ,por todos los que tienen vida en torno mío te doy gracias señor. Sin embargo, muchas de las historias que reseñan los libros son tan fantásticas que terminan mostrando personajes tan irreales e insuperables, como sacados de mitos o leyendas, que nos sentimos irremediablemente muy lejos de ser geniales como ellos en lo que hacemos.
Pero quizá no muchos de ustedes, Escuela de Padres, sepan que Albert Einstein, el creador de la teoría de la relatividad, por la que recibió el premio nobel de física, y considerado uno de los hombres más brillantes de todos los tiempos, fue en su adolescencia un estudiante como sus hijos, poco sobresaliente y hasta presentaba algunas dificultades con las matemáticas; o tal vez muchos que han intentado varias veces empezar un proyecto o innovar en algo y no lo consiguen, desconozcan que Tomás alba Édison, el inventor de la bombilla eléctrica y otro centenar de invenciones más, realizó 5.001 ensayos hasta que logró que la luz emergiera de aquella estructura de vidrio. Manuel Elkin Patarroyo, científico colombiano, con la sólida convicción de ayudar a la humanidad, a través de la ciencia, en la década de los noventa presenta la primera vacuna sintética contra la malaria, la cual dona en nombre de Colombia a la humanidad como muestra de entrega y de servicio.
Estamos esperando la vacuna para salir de esta pandemia, covid -19 y cada uno de nosotros somos portadores de una mínima parte de esta vacuna: el amor, la solidaridad y el trabajo en equipo. Algunos piensan que la ciencia es proporcional al capital que se tenga para desarrollarla y que sólo se da en laboratorios con equipos ultramodernos, complejos y costosos, argumento anodino, vacilante que mutila la creatividad en nuestra juventud, sus hijos, haciéndoles creer que la inventiva no está en sus manos; que el privilegio y bondad a contar corresponde a seres y generaciones de otros mundos; por eso los invito a soñar y dejar que sus hijos sueñen.